Las risas de los niños, los abrazos de los padres, la complicidad con los abuelos y los juegos que unen a la familia son la esencia de lo que hago. Cada sesión se convierte en una aventura, un viaje en el que exploramos juntos la belleza de lo cotidiano.
Los niños son expertos en divertirse y la verdadera magia está en capturar su espontaneidad y su imaginación.